jueves, 29 de julio de 2010

Guatemala: minería de hierro amenaza manglares del Pacífico

Leímos Para Usted: Renato Lechuga.
Por: Carlos Salvatierra, correo electrónico: Salvatierraleal@gmail.com . Con información contenida en el comunicado de la Cogmanglar del 26 de mayo de 2010: Ambición minera llega a la Costa Sur.
Aunque el sistema manglar no cuenta con una normativa dentro de áreas protegidas por la ignominia de CONAP , debemos permitir su socavamiento. De nosotros depende.


Si vemos un mapa de la cobertura forestal de la república de Guatemala, podremos observar que a lo largo de la línea costera del Pacífico se encuentran de manera interrumpida y dispersa los escasos bosques de manglar. Estos han quedado como islas rodeadas de una serie de actividades que comprometen su permanencia y los beneficios que aportan a las comunidades y a la conservación.
Uno de los impactos más graves es el cambio de uso de los suelos para destinarlos a actividades como la camaronicultura, la producción de sal, la construcción de infraestructura portuaria, el crecimiento urbano y la ampliación de la frontera agroindustrial. En los últimos cinco años se ha expandido el monocultivo de caña de azúcar en la planicie costera del Pacífico y en algunos casos ha llegado a los límites de los manglares y otros humedales. El uso excesivo de las aguas es una práctica común realizada por los ingenios azucareros, las plantaciones de palma africana y las fincas ganaderas que en época seca desvían los ríos y estos no llegan hacia los esteros y manglares.
Sumado a esa problemática, la amenaza de la minería metálica llega a la Costa Sur. Las noticias publicadas en medios de comunicación informan de varias licencias mineras de reconocimiento y exploración otorgadas a las empresas Tikal Mineral y Firecreek Resources. Esta última es subsidiaria de G4G Resources de Canadá. En mayo de este año la Dirección de Energía y Minas del MEM concedió licencia de reconocimiento a Firecreek Resources, con un área de 2.492 kilómetros cuadrados para reconocer hierro en las arenas de las playas del Pacífico. Anteriormente, en octubre de 2009, fueron entregadas licencias de exploración a Tikal Minerals, subsidiaria de la australiana Mayan Iron Corp.
El dirigente de Firecreek Resources es el señor Michael Realini quien también dirige la empresa Quetzal Energy que opera concesiones petroleras en Alta Verapaz, y que además desarrolló los proyectos mineros El Pato y El Cóndor. En el caso de Tikal Minerals, su gerente ambiental es el mismo geólogo que fue el primer gerente de la compañía Montana Exploradora en 1996.
Los mismos hilos que unen a las industrias extractivas de alto impacto como petróleo y minería, se unen con el fin de explotar las importantes playas del Pacífico. Todo esto en medio de la reciente formulación de la Política Marino Costera, que resalta el interés por la conservación de los recursos naturales y sociales de esta región. La posible explotación de metales representa una grave amenaza para el desarrollo de las comunidades costeras, el sector empresarial turístico, pesquero, chaletero y otros que basan sus operaciones en el entorno ambiental de la región.
Importantes sistemas naturales estarían en riesgo, como manglares, humedales, esteros, dunas, playas, entre otros. Además se vería afectado el hábitat de especies como tortugas marinas y manglares y toda la diversidad de vida asociada en esta zona de transición natural.

Según la FAO: ¡los monocultivos de árboles son bosques!

Por: Renato Lactuca sativa Gestor y Planificador Territorial Municipal
La FAO insiste en la crecientemente difícil misión de definir las plantaciones de árboles como “bosques plantados”. Su última contribución a este objetivo es una publicación titulada “Bosques plantados en la ordenación forestal sostenible – Declaración de principios”.

El documento establece que “la FAO adopta además un rol importante para facilitar un debate público informado sobre la controversia de los bosques plantados y apoyar a los principales grupos de interés, incluyendo al público, para tener una mejor comprensión del papel de los bosques plantados en el manejo integrado de los ecosistemas y el desarrollo sostenible”.

Sin embargo, la FAO hace exactamente lo opuesto: no facilita un debate informado, desinforma al público y brinda apoyo sólo a una de las principales partes interesadas: el sector privado involucrado en los monocultivos de árboles a gran escala.
El punto de partida es enredar el tema. La FAO sabe muy bien que la “controversia” real sobre lo que llama “bosques plantados” no es por la plantación de árboles – nativos o exóticos – sino por el establecimiento de monocultivos a gran escala de árboles de crecimiento rápido. La FAO intenta esconder ese tipo de plantación dentro de lo que llama “una serie de paisajes que va desde bosques de conservación estrictamente protegidos hasta plantaciones altamente productivas, de rotación rápida”. Concluye que “En esta serie, el límite entre los bosques plantados y los que se regeneran naturalmente es a menudo confuso”. Evidentemente no es una conclusión muy útil – o científica – que facilite el “debate informado”, aunque sí resulta muy adecuada para las empresas de plantación: el límite “es a menudo confuso”.

 Imagen1.- Gris y sombrío yace esta plantación de Gmelina en un sitio de Guatemala.
Sin embargo, la FAO sabe muy bien que el “límite entre los bosques plantados y aquellos que se regeneran naturalmente” es extremadamente claro, por ejemplo, en el caso de las plantaciones de eucaliptos o pinos a gran escala de Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Indonesia, Malasia, Uruguay, Sudáfrica, Suazilandia – por nombrar solo algunos.
Esos son los tipos de plantaciones que se encuentran en el centro del debate que la FAO intenta confundir. Comparemos esas plantaciones con los beneficios que, según la FAO, son generados por los “bosques plantados”.
De acuerdo con la FAO, “los bosques plantados producen una amplia gama de productos no madereros, combustible, fibra y madera para empresas y pequeños inversores que persiguen objetivos comerciales o de subsistencia”.
Claramente, esto no se aplica a los monocultivos de árboles a gran escala, que sólo producen un producto – madera – para inversores empresariales con un propósito comercial. Para ilustrar este punto, recomendamos a los lectores ver la impresionante fotografía de la cosecha mecanizada de una plantación de eucaliptos, en la página 5 del documento de la FAO.

La FAO continúa diciendo que “Pueden proveer una serie de servicios sociales y ambientales que van desde la rehabilitación de tierras degradadas hasta el combate contra la desertificación, la protección del suelo y el agua, el secuestro y almacenamiento de carbono, la recreación y la belleza escénica”.
Nuevamente, lo antedicho no es aplicable a los monocultivos a gran escala de árboles de crecimiento rápido, que no se establecen en tierras degradadas (porque los árboles no crecen lo suficientemente rápido), que agotan los nutrientes del suelo y los recursos hídricos (promoviendo así la desertificación), que no almacenan carbono (porque los árboles son cosechados en rotaciones cortas) y que convierten la belleza escénica en un monótono mar de árboles idénticos y de la misma edad.
Imagen 2.- En un lugar llamado Yaxhá, Departamento de Petén. Guatemala ("país de la eterna primavera", su nombre hace alusión a su verdosidad: "lugar de los bosques"). Foto Tomada por Manuel Cabrera.

La FAO argumenta incluso que “Los bosques plantados conservan los recursos genéticos”. ¿Cómo puede un eucalipto australiano conservar los recursos genéticos en Tailandia o Sudáfrica? ¿Cómo pueden las gmelinas asiáticas cumplir ese rol en Costa Rica? ¿Cómo pueden los pinos mexicanos o estadounidenses conservar los recursos genéticos de Chile o Suazilandia? La respuesta obvia es: ¡claro que no pueden!

Los pocos ejemplos mencionados muestran que si la FAO estuviera verdaderamente interesada en un “debate informado”, debería haber distinguido entre diferentes tipos de plantaciones, algunas de las cuales pueden ser social y ambientalmente beneficiosas, mientras otras pueden ser extremadamente nocivas tanto en términos sociales como ambientales.
Dentro de este contexto, debería haberse concentrado en el tipo de plantación realmente controvertido, descrito por la FAO dentro de su “serie de bosques plantados” como “plantaciones altamente productivas, de rotación rápida” que la mayoría prefiere definir más acertadamente como “desiertos de árboles”.
Pero esto simplemente no es posible, porque la FAO ha asumido el papel de defender precisamente de ese tipo de plantaciones.
Al estudiar los 10 “Principios para un manejo responsable de los bosques plantados” incluidos en este documento de la FAO, se observa que apuntan más que nada a dar consejos al sector empresarial acerca de dónde y cómo plantar monocultivos de árboles sin meterse en demasiados problemas y a cómo crear un “ambiente favorable para la inversión” en plantaciones de árboles a gran escala.
Como parte de ese “ambiente favorable”, la FAO llega al punto de presionar para que se incluyan las plantaciones dentro del mecanismo REDD que los gobiernos discuten en la Convención sobre Cambio Climático. Pasando por alto el hecho de que REDD no ha sido aprobado todavía, la FAO declara que los “bosques plantados” “también pueden complementar y suplementar las iniciativas REDD y REDD-plus para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la deforestación y la degradación de bosques en los países en desarrollo”. Lo cual puede obviamente suceder sólo si los monocultivos de árboles siguen siendo definidos como “bosques plantados”.
Afortunadamente, la comunidad científica se está sumando a quienes por años han venido cuestionado la definición de bosques de la FAO, carente de rigor científico. Tal es el caso de la Asociación para la Biología Tropical y la Conservación, cuya reciente resolución exhortando a la adopción de “nuevas definiciones de bosque” “distinguiendo claramente entre bosques nativos y aquellos dominados por monocultivos de árboles y especies no-nativas.
¿Reconocerá en algún momento la FAO lo que resulta tan obvio para tantas personas: que las plantaciones no son bosques?
Comentarios sobre: FAO (2010), Los bosques plantados en la ordenación forestal sostenible – Declaración de principios, http://www.fao.org/docrep/012/al248e/al248e00.pdf
Bibliografía:Monthly Bulletin of the World Rainforest Movement  Número 156 - Julio 2010

miércoles, 28 de julio de 2010

Hacen falta héroes en Guatemala

En Guatemala honramos a generaciones heroicas como las de 1920 y 1944.
Mario Fuentes Destarac
Paul Johnson dice que: Los héroes son aquellos hombres y mujeres que “han enriquecido la historia por sus carreras o sus actos de conspicuo valor y liderazgo”. Son personas que se han hecho famosas por sus excepcionales virtudes y acciones beneficiosas.

La humanidad siempre ha honrado a los héroes, a esos personajes dignos de admiración, respeto y recordación. Casualmente este año en varios países latinoamericanos (México, Colombia, Venezuela y Argentina) se está celebrando el bicentenario de la independencia nacional. Obviamente, también se aprovecha para honrar a los héroes que lucharon por la patria en aquellos tiempos (Bolívar, San Martín, Sucre, Hidalgo, Morelos) y se conmemoran sus cualidades, ideales y hazañas.
Renato Lactuca sativa D.R.A. Ceiba pentandra
En Guatemala también honramos a nuestros héroes e, incluso, a generaciones heroicas como las de 1920 y 1944, que, a través de acciones memorables, liberaron a la población de las oprobiosas, crueles y retrógradas dictaduras de Estrada Cabrera (1898-1920) y Ubico (1931-44), esta última, en mala hora enaltecida por la actual comuna capitalina.

A lo largo de la historia, en épocas de desesperanza, oscuridad, temor y desconfianza, han surgido héroes que han promovido y liderado los cambios que han requerido las sociedades y los países, y que han reencauzado los procesos sociales hacia derroteros más promisorios y benéficos.

Sin duda, la democracia institucional guatemalteca atraviesa por un difícil momento, fundamentalmente debido a la ausencia de un liderazgo honesto, confiable y visionario, centrado exclusivamente en lo mejor para el país, y ajeno a los intereses creados. La amenaza es grande y perturbadora, porque se advierte que podríamos estar cayendo en un pozo ciego, en donde impere la tribulación, la guerra fratricida y el horror. 

Son tiempos que ameritan un nuevo heroísmo (que no debe confundirse con la simple celebridad), armado de virtud, idealismo, patriotismo y espíritu de lucha, que lidere la renovación moral e institucional que necesita esta sociedad rota, llena de incertidumbre, miedo y decepción. Un liderazgo que crea firmemente en los valores democráticos y nos conduzca por los caminos de la reconciliación, la justicia, el fortalecimiento institucional y la paz social.

Lo más probable es que este nuevo liderazgo heroico deba ser ejercido por una generación entera, joven, entusiasta y energética, que nos saque de la mediocridad, la corrupción y el inmovilismo que nos mantienen enfermos y decadentes.

La generación 2020

El mundo de hoy es más allá que la tecnología y la comunicación...
¿Por qué debería usted leer este artículo? Mucho se ha hablado de cómo será el mundo futuro, pero quizá no pensamos a menudo en cómo serán los motivadores del talento y de los nuevos emprendedores. En este artículo, diez tendencias que cambiarán el mundo en los próximos diez años. 
Existen diversas fuerzas que están cambiando el mundo. ¿En cuánto tiempo se entera de una noticia? ¿Cuánto tiempo tarda en saber que ha ocurrido algo en cualquier parte del mundo? Esto no es nuevo ya. La comunicación ha hecho que el flujo de información sea instantáneo. Pero, si usted analiza que el 1% de todo el tiempo que se usa en Internet se usa en Facebook o que el 95% de los estudiantes universitarios están matriculados en Facebook, entonces seguramente la combinación de tecnología con comunicación y la forma de generación de socialización impactará la siguiente década. Analicemos diez temas a observar. 
El mercado de talento diverso. Los próximos diez años serán años de cambios dramáticos en la demografía y la composición del mercado de talento. Mayor concentración de tradicionales minorías, como latinos, mujeres y personas de edad será la norma. 
La economía del conocimiento. A mayor acceso a información y conocimiento, se tornarán más críticas la competencia como capacidad de aprendizaje, pensamiento analítico, comunicación entre colegas y colaboración. 
Globalización. Muchas de las empresas Fortune 500 tienen sede en Brazil, China, India o Rusia, por lo que las tradicionales fuerzas económicas estarán cambiando. Las grandes oficinas corporativas cambiarán a organizaciones más planas, distribuidas en varios puntos. 
El lugar de trabajo digital. A medida que el conocimiento se digitaliza, las compañías buscarán personal con talento para crear y utilizar información digital. La capacidad de sintetizar grandes cantidades de información será una competencia muy valorada. 
Conocimiento móvil. Aparatos más pequeños y más potentes serán asequibles y la capacitación, conocimiento y transferencia de información se hará por computadoras personales, móviles. Cada vez se invertirá menos en la capacitación como la vemos hoy, en aula.
Cultura de conectividad.  Blackberry,  Facebook,  iPhone, Twitter. Todas, tecnologías que permiten estar conectados, siempre. La barrera de distancia entre oficina y casa será cada vez menor. 
Aprendizaje social. Foros, redes, conocimiento entre pares. Se aprenderá y se hará investigación de mercado en comunidades virtuales. 
Responsabilidad social empresarial. Aunque ya es una tendencia, la generación 2020 verá este tema como una condición dada para trabajar en una empresa. Se determinará más peso a iniciativas ecológicas y las empresas deberán hacerlo parte de su estrategia diaria. 
Mileniales trabajando. Los mileniales (nacidos hasta 1997) estarán trabajando y esperarán que las organizaciones integren las redes con las que crecieron. 
¿No le sorprenden las tendencias? Sé que escuchamos mucho de ellas y están en todo lo que vemos. Lo que sí puedo afirmarle es que pocas empresas y personas están haciendo algo para adaptarse a ese mundo que avanza a pasos agigantados (en temas buenos y malos). ¿Qué está haciendo usted y su empresa para enfrentar cada tendencia? Así como antes era de moda tener un website, hoy todas las empresas quieren estar en Facebook, sin entender lo que los usuarios buscan allí. El mundo de hoy es más allá que la tecnología y la comunicación. Estamos más interconectados pero lo que más buscamos es significado. 

lunes, 5 de julio de 2010

Necesitamos Ordenar El Uso Del Territorio De Guatemala

La atención de esta función corresponde, según el artículo 253 de la Constitución, a las municipalidades.
Leímos para usted: Renato Lactuca sativa
Luis F. Linares López llinares@sigloxxi.com
Un aspecto esencial para la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras y para la prevención de los desastres es el ordenamiento territorial. Éste puede ser definido como la organización del uso del espacio físico o territorio, para garantizar el adecuado funcionamiento de la vida urbana y el acceso de todos los habitantes a los servicios básicos, así como utilizar las áreas rurales de acuerdo con la vocación de los suelos, su topografía, etc. 
La atención de esta función corresponde, de acuerdo con el artículo 253 de la Constitución, a las municipalidades de la República. La Constitución también indica que el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural formulará la política de ordenamiento territorial, la cual  está pendiente de ser formulada y adoptada  desde hace 25 años. 
Las normas ordinarias relacionadas con el tema, como la  Ley Preliminar de Urbanismo y la Ley de Parcelamientos Urbanos, datan de los años 50, por lo que ya pecan de obsoletas. El Código Municipal, a pesar de que adolece de insuficiencias, da una base mínima, que debiera ser aprovechada al máximo para ordenar el territorio, cuando indica que las municipalidades determinarán en sus planes de ordenamiento territorial y de desarrollo integral, el uso del suelo de su jurisdicción, de acuerdo con su vocación, la cual depende de sus características naturales o topográficas. Los reglamentos correspondientes serán el instrumento para aplicar dichos planes. 
Esta función constitucional es desatendida por la gran mayoría de municipalidades, por falta de capacidad de técnica pero, sobre todo, por falta de interés, pues prefieren destinar recursos a obras y actividades de impacto político. Esto sucede  ante la pasividad la población, que tampoco se interesa en el problema, y de los órganos de control, que no se dan por enterados. 
La consecuencia de esto es que urbanizadores y propietarios hacen con los terrenos lo que les da la gana y conviene a sus intereses inmediatos, sin reparar en las consecuencias. A ello se agrega que, debido a la ausencia de programas de vivienda para las familias pobres, éstas se vean  obligadas a adquirir o invadir terrenos marginales, absolutamente inadecuados para la construcción de viviendas, con las trágicas consecuencias que vemos cada vez que hay lluvias copiosas. 
Urge, en consecuencia, actuar en cuatro ámbitos. Obligar a las municipalidades a emitir sus planes de ordenamiento territorial y los reglamentos que permitan aplicarlos; perfeccionar las normas del Código Municipal; adoptar la política ordenamiento territorial; e impulsar programas de renovación urbana y de dotación de vivienda para lo cual obviamente se  requiere de cuantiosos recursos.  Cabe señalar que  se  han  dilapidado millones de millones, por sucesivas administraciones, en el  desastroso  modelo de  Foguavi.  Por supuesto que, aun utilizados de manera adecuada, serían en todo caso insuficientes, por lo que es otra razón para fortalecer las finanzas públicas. 
Adicionalmente, hemos  sabido que existe una iniciativa para adoptar un código de construcción. Especialistas en el tema se sorprenden de que en Guatemala se carezca de un instrumento de esa naturaleza, que debe proveer las normas necesarias para garantizar construcciones de calidad. Aparte de que la institucionalidad pública, en este caso las municipalidades, debe delimitar de manera estricta el uso del suelo – dónde se puede construir -, el código de construcción será el instrumento que indique cómo se debe construir.
http://www.sigloxxi.com/opinion.php?id=14402