Del árbol se pueden obtener varios productos, uno de ellos podría ser una harina natural.
Por: Ricardo Bressani *
El concepto de seguridad alimentaria nutricional ha sido descrito como El Estado En El Cual Todas Las Personas Gozan Del Acceso Físico, Económico Y Social A Los Alimentos En La Cantidad Y Calidad Para Su Consumo Y Su Eficiente Utilización Biológica Para Garantizar El Bienestar General Y El Desarrollo. Esta descripción sugiere que la seguridad alimentaria nutricional depende de varios factores asociados a los alimentos que son:
1) disponibilidad continua y abundante;
2) acceso a esos alimentos;
3) que su calidad nutricional sea complementaria en la dieta para su más eficiente utilización biológica y
4) un ambiente sano para evitar al máximo los efectos negativos de la enfermedad.
La asociación de los árboles subutilizados y la seguridad alimentaria nutricional depende del empleo que se le da al árbol y como este contribuye a reforzar uno o más de los cuatro pilares asociados a la seguridad alimentaria y nutricional. Existen en Guatemala árboles que pueden contribuir a los pilares. Uno de estos árboles es el morro, llamado también jícara, o ‘Crescentia alata’, el cual se encuentra principalmente en la parte suroriental del país, región seca que bien se podría beneficiar de bosques del morro.
Árbol de Morro Crescentia alata
El árbol crece alrededor de 5 a 6 metros de altura. Ocupa un área de 6 a 7 metros de circunferencia. Las ramas crecen en forma de guacal, invertido. El tronco muy a menudo da refugio a las orquídeas. Se ha estimado que pueden existir 210 árboles por hectárea. Cada árbol, en estado de reproducción, puede producir hasta 750 frutas, con un peso de 270 gramos cada una. Por consiguiente, el rendimiento por hectárea es de 157 mil 500 frutos, equivalente a 42 mil 500 kilogramos por hectárea. La fruta tiene una cáscara que representa el 44 por ciento de peso, una pulpa con un peso porcentual del fruto del 31 por ciento. Esta pulpa contiene una semilla que representa el 25 por ciento del peso del fruto. La cáscara es utilizada para artesanías de alto contenido de fibra. La pulpa seca contiene 4.3 por ciento de aceite, 11.8 por ciento de proteína y 66.8 por ciento de carbohidratos, mientras que la semilla contiene 36.2 por ciento de aceite y 27.1 por ciento de proteína.Del árbol se pueden obtener varios productos. Uno de ellos podría ser una harina natural o fermentada de la pulpa y semilla del morro con un contenido de 16 por ciento a 20 por ciento de proteína y entre 15 por ciento a 19 por ciento de aceite. La pulpa se puede procesar con el fin de separar la semilla, la cual puede ser una fuente de aceite, con un valor nutritivo similar al del aceite de soya. La remoción del aceite da una harina con mayor concentración de proteína de un contenido de aminoácidos relativamente bien balanceado, aunque deficiente ligeramente en lisina, un aminoácido esencial. Además de estos productos, la semilla se utiliza como ingrediente a un 6 por ciento a 7 por ciento en fórmulas de horchata salvadoreña. Asimismo, la semilla puede dar origen a una leche vegetal con un rendimiento del 35 por ciento. Esta contiene 4.8 por ciento de aceite y 3.4 por ciento de proteína. Su aceptabilidad ha sido satisfactoria en pruebas preliminares, aunque todavía no se conoce su valor nutritivo.
Todas las cifras que se han citado son de publicaciones científicas de R. Gómez Brenes, R. Bressani, M. Santamaría, S. Figueroa, de 1973 a 2000, y muestran el futuro que este árbol podría ofrecer a la población de Guatemala.
* Director del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de Alimentos, Universidad del Valle de Guatemala
No hay comentarios:
Publicar un comentario