Explosivo aumento de población registran las comunas periféricas de Santiago de Chile en las últimas 2 décadas.
Alcaldes lo atribuyen al auge inmobiliario y al llamado "efecto arraigo". Falta de servicios básicos e inseguridad alejan a pobladores de comunas.
En general, los municipios periféricos son los que más han crecido en estas dos décadas: Quilicura lidera aumento de población en la Región Metropolitana desde 1990.
En contraste, comunas como Independencia, San Joaquín y Conchalí han perdido habitantes progresivamente en los últimos 20 años.
Leímos para usted: Renato Lechuga García
Gestor y Planificador Territorial de Guatemala.
Por: Nadia Cabello F.
Quilicura hoy alberga una población cinco veces mayor a la que tenía hace 20 años. De 40.773 habitantes en 1990 pasó a 204.961 en 2010, un aumento de 403% según el Instituto Nacional de Estadísticas.
Junto a ella, Maipú (217%) y Puente Alto (183%) son las comunas que más habitantes han acogido en los últimos 20 años (ver infografía).
¿Las razones de tan explosivo crecimiento? El alcalde de Quilicura, Juan Carrasco, cree que el fenómeno se debe a que históricamente en su comuna se ha desarrollado el sector industrial y eso ha permitido que su población trabaje en el mismo lugar.
"Eso le facilita la vida a la gente porque Quilicura está un poco desconectada del resto de la capital. Que tengan trabajo cerca les implica ahorrar en dinero y tiempo por la movilización".
Sin embargo, ello no sería suficiente si no fuera por otros avances que han hecho más atractivo el permanecer ahí. "Se ha trabajado en mejorar las áreas verdes, seguridad, servicios básicos y hasta las instancias de entretención. Eso hace que las familias jóvenes, en vez de irse a otros lugares para formar sus familias, se queden aquí".
Otra razón que señala es el sentimiento de pertenencia. "Aquí tenemos tradiciones que ya forman parte de las vidas de las personas. Todos participan en el desfile de aniversario, por ejemplo, porque sienten como suya la fiesta", explica el edil.
Es lo que su par de Maipú, Alberto Undurraga, describe como el "efecto arraigo". "Si una comuna brinda todos los servicios que una persona desea en su barrio y además se crió ahí, tiene a su familia cerca y se siente parte de la comunidad, no se va a querer ir", afirma.
Esa visión es compartida por el alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, quien añade que "los cambios al plan regulador en 2003, junto al auge inmobiliario de los últimos años, cuando se construyeron viviendas de alta calidad para familias de clase media, significó que más personas decidieran quedarse o que gente de otras comunas vengan para acá".
En general, son las comunas de la periferia de la Región Metropolitana, que comparten un fuerte componente rural, las que han mostrado el mayor aumento de población desde 1990.
Lampa, Padre Hurtado, Calera de Tango, Colina y Pirque son ejemplos de municipios que duplicaron su número de habitantes y siguen creciendo. Allí el punto de inflexión lo marca la inversión de inmobiliarias que han desarrollado proyectos en los que se resaltan las áreas verdes, la pureza del aire y la tranquilidad que entrega el estar lejos del centro de la capital.
También ha influido el desarrollo de autopistas que han mejorado la conectividad entre el centro y la periferia. "Hace 20 años en las comunas rurales había una percepción de estar aislados, pero eso ya no es así. Estamos a 30 ó 40 minutos de cualquier parte", argumenta José Miguel Arellano, alcalde de Padre Hurtado y presidente de la comisión de comunas rurales de la Asociación Chilena de Municipalidades.
Agrega que "el centro de Santiago es sinónimo de estrés y ha ido perdiendo en calidad de vida. Por el contrario, en las comunas rurales se ha desarrollado el sector servicios, pero no se ha perdido la tranquilidad ni el hecho de que los vecinos se conozcan, algo que cada día la gente está valorando más".
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''Los cambios al plan regulador en 2003, junto al auge inmobiliario de los últimos años (...) significó que más personas decidieran quedarse o que gente de otras comunas vengan para acá"
MANUEL JOSÉ OSSANDÓN, alcalde Puente Alto, la segunda comuna que más ha crecido.
Pocos servicios y casas antiguas en las comunas que más caen
Viviendas antiguas y escasez de servicios son algunas razones por las cuales los habitantes de una comuna tienden a abandonarla. Es el caso de Independencia, el municipio que de acuerdo a las estadísticas del INE ha perdido más población en los últimos 20 años. Si en 1990 tenía más de 76 mil habitantes, en 2010 las cifras muestran una disminución superior a las 23 mil personas, con lo que la población actual llega sólo a 52.616 habitantes.
El edil Antonio Garrido explicó que la baja comenzó "hace cinco años, porque los jóvenes se casan y se van. Somos la comuna con más adultos mayores de Chile, las casas son muy antiguas y la gente prefiere otro tipo de lugares". Sin embargo, tiene una mirada optimista acerca del futuro. "Ahora la gente está volviendo porque Independencia es más segura gracias a los más de seis mil carabineros que tenemos. Además se han construido 20 edificios grandes y con eso estamos recuperando un 15% de población".
En San Joaquín y Conchalí se vive una situación similar. En los últimos 20 años han perdido cerca del 30% de su población. Llama la atención que Santiago, pese al aumento de construcciones en altura, también ha perdido habitantes. En 1990 tenía más de 226 mil y hoy el número de personas que viven ahí es de 167.867.
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