El geógrafo evolucionista ha de comprender que la primera sanidad “ecológica” ha de iniciar en el mismo Marn.
Leímos para usted: Renato Lechuga García
La reciente publicación de elPeriódico acerca del despilfarro en el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, Marn, me lleva a pensar que el ministro Luis Ferraté, líder de esa innecesaria burocracia siempre verde marchito, está más al frente de una Organización No Gubernamental, ONG ambienta-lista, que a la cabeza de un ministerio.
(Aclaro: soy de los que cree que se debe fortalecer estructuralmente al Marn, pero haciendo de éste una organización para cobijo de cuanto ambienta-lista, oambienta-listo quiera entrar en la rosca, en el círculo, en el anillo de influenciaONG-ista, pues nunca se llegará algo a “dirección general”).
Y es que entre comitivas cuasi tribales, y un entorash ¿de fans eco-i-lógicos, ese Ministerio es el espacio perfecto para asemejar al famoso club de ONG mayas que gastaron un cachimbo de pisto en desarrollo, pero que al final lo único que desarrollaron fueron sus propias bolsas, porque las comunidades siguen iguales de subdesarrolladas.
Pero el geógrafo evolucionista (¿!?) como se autodenomina el ministro Ferraté, ha de comprender que la primera sanidad “ecológica” ha de iniciar en el mismo Marn, donde por llevárselas de muy evolucionado las especies corruptas han mutado a tal velocidad que se parecen a los incontenibles gremlins, y ahora tiene al mismísimo Homo demens, como él nos llama a los humanos, dentro del Marn.
Parafraseo aquí al geógrafo evolucionista para comprender por qué el Marn es Ministerio y no una ONG: “¡Qué arrogancia de ciertos humanos [en el Marn] en pensar que [éste o cualquier otro gobierno] los necesita! . . . Es el [ministro Ferraté] el que depende de las leyes, principios y los procesos naturales que generan los bienes y servicios [de este ministerio] provenientes del Sol y de Gea para satisfacer sus derechos naturales vitales y esenciales y así poder evolucionar y progresar [de pinche ONG ambienta-lista a real Ministerio]”.
Prosigue Ferraté: “Ese pensamiento materialista con visión yoísta [la mosca hablando de higiene], explota [los recursos del Marn] y mal usa [en enormes comitivas improductivas], deteriora [la idea básica y buena de protección ambiental] y extingue esos bienes y servicios [que el Marn de todos modos no da], convirtiéndolos en males y desastres sociales [ja, ja, ja, quién habla], pérdidas económicas [ahí sí tiene razón, por eso ¡basta de pensar que ese ministerio es una Ong] y empobrecimiento ambiental [ala, no lo habíamos visto, fíjese] que les legamos a nuestros hijos y nietos [y la retahíla de asesores] . . .”
“Al final”, dice Ferraté, y yo parodio, “la evolución [de ONG a Ministerio] y su selección natural [de tanto asesor], no perdonan [ellos no, pero por lo menos que los viajeros devuelvan el pisto, pues] y esa artificialidad llevará a la extinción del Homo sapiens [y del Marn, si no deja de ser ONG ambienta-lista], transformado en Homo demens [o en Homo corruptus, o en Homo despilfarrus, o en Homo mañosus, o en Homo chillonus]”.
Nota: todo lo que está escrito entre [ ] es mío. El ensayo de Ferraté se titula: Mi visión es la de un geógrafo evolucionista, en Ecología y Educación Ambiental. Selección de Textos a Cargo de Olmedo España. Magna Terra Editores, 2009. Guatemala. 272 págs. (lágrimas no incluidas.)
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