Aguas Negras Amenazan A La Ciudad De Guatemala; EDOM 1972-2000 Fue Olvidado
Por María José España
Leímos Para Usted: La Ceiba
Gestora Y Planificadora Territorial Municipal.
La Ciudad de Guatemala tiene más de 5 cinco mil hectáreas de bosque, pero lejos de ser espacios de recreación y esparcimiento, estas áreas son el reposadero de aguas residuales con alto grado de contaminación, que son descargadas en un 63 por ciento en la vertiente río Las Vacas, provocando enfermedades infectocontagiosas en la población que vive en los distintos asentamientos que rodean la metrópoli. Un megaproyecto planteado por el visionario alcalde Colom Argueta nunca se implementó para solucionar ese problema y ahora se pagan las consecuencias de ese error con fatales consecuencias.
Según Un Estudio Realizado Por La Facultad De Ciencias Químicas Y Farmacia De La Universidad De San Carlos De Guatemala, La Primera Causa De Mortalidad General Del País Corresponde A Enfermedades Infecciosas Intestinales, Que Representan Entre 15 Y 20 Por Ciento De Todas Las Causas De Muerte En El País Y El 30 Por Ciento De La Mortalidad Infantil.
Todos los ríos de la ciudad se encuentran contaminados por la falta de plantas de tratamiento de aguas residuales.
El citado informe respalda con términos cuantitativos la evidente contaminación que producen las aguas residuales en los barrancos y áreas marginales en la Capital, al tiempo que provocan que los habitantes de estos sectores se muestren preocupados por el riesgo en que se encuentran ante la falta de tratamiento de estas aguas.
"El olor hedor que sentimos en el verano es insoportable y tememos que se intensifique cuando pasen más aguas negras por acá", menciona Adelina, quien tiene su residencia a la orilla del barranco en la colonia Ciudad Nueva, zona 2.
Lo anterior lo expresa por los trabajos de reconstrucción que se iniciaron hace algunos días en el agujero que se hizo el pasado 29 de mayo en la 6 calle y 11 avenida A, de la zona 2 capitalina. Debido a los daños del colector que se ubicaba en esa zona, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, junto a la Municipalidad de Guatemala y Empresa Municipal de Agua (Empagua) construirán un colector auxiliar que redireccionará las aguas residuales al barranco más cercano.
"Lo que harán es un atentado contra la salud, el medio ambiente y la fauna ya que estos barrancos son pulmones de la ciudad", expresa Juan de Dios Rivera, otro vecino del sector.
Pero el problema no resulta ser el desvío de las aguas, si no la falta de tratamiento de aguas residuales que provoca que todos los desechos líquidos de la ciudad vayan a los barrancos contaminando los ríos; en este caso, El río Las Vacas, que recibe un 63 por ciento de las aguas negras de la ciudad, que en su recorrido se une al río Motagua, ampliando así el impacto contaminante de la falta de un plan de saneamiento capitalino.
VISIÓN SIN RESULTADOS
Los registros hemerográficos dan cuenta que durante la administración de Manuel Colom Argueta como Alcalde en la Ciudad de Guatemala, se observó la ejecución de varias obras de agua y saneamiento, pero su visión iba más allá de los proyectos de corto plazo.
Colom y su equipo se concentraban en la planificación del EDOM 1972-2000 --Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano-- que planteaba la necesidad de contar con un instrumento adecuado de planificación para corregir la estructura de una ciudad que entonces era desordenada y contaminada, como la Guatemala de 1970.
En del EDOM se diseñaba el Plan de Saneamiento de la Ciudad que inició comenzó su construcción en 1974 bajo la administración del alcalde Leonel Ponciano León.
El proyecto, de implementarse, tendría un impacto positivo en distintos aspectos de la vida de los citadinos en la actualidad, no obstante los sucesores de Colom Argueta y las siguientes administraciones no prestaron importancia a la iniciativa y con el paso del tiempo se dejó por un lado.
El Equipo De La Hora Encontró Una Publicación Del Diario La Nación, De Fecha 15 De Mayo De 1978, En Donde Se Considera En Un Extenso Reportaje Que La Iniciativa De Colom Argueta Era Considerada Como "La Obra De Ingeniería Más Grande De Centroamérica Por Expertos Nacionales Y Extranjeros Ya Que Se Trata De Una Obra Que No Se Ve, Porque Se Realiza A Muchos Metros De Profundidad, Pero Que, Inobjetablemente, Significa Una Obra De Grandes Beneficios".
En ese entonces la Capital de Guatemala era considerada como una de las más contaminadas de América Latina, pues a causa de su antiguo sistema de drenajes, que consistía en tabujías de la época colonial construidos durante el siglo XIX, que representaban una constante contaminación en el área central.
En ese entonces la Capital de Guatemala era considerada como una de las más contaminadas de América Latina, pues a causa de su antiguo sistema de drenajes, que consistía en tabujías de la época colonial construidos durante el siglo XIX, que representaban una constante contaminación en el área central.
El diario La Nación detalló lo que iba a ser el Plan de Saneamiento de la Ciudad.
El antiguo sistema de drenajes, de tipo separativo para aguas de lluvia y aguas pluviales servidas, permitía la contaminación en el ambiente que a la vez provocaban una serie de enfermedades gastrointestinales, debido a que las aguas servidas se encausaban directamente en los ríos, sin ningún tipo de tratamiento.
El plan de saneamiento, en cambio, planteó la construcción de colectores para captar las salidas de aguas, entubarlas y llevarlas a un solo lugar, hacia el río Las Vacas. En un principio todo era para proteger el lago de Amatitlán, que presentaba los primeros niveles de contaminación.
El plan de saneamiento, en cambio, planteó la construcción de colectores para captar las salidas de aguas, entubarlas y llevarlas a un solo lugar, hacia el río Las Vacas. En un principio todo era para proteger el lago de Amatitlán, que presentaba los primeros niveles de contaminación.
El proyecto era muy ambicioso ya que tenía una proyección social y económica, de beneficio para la mayoría. Los expertos municipales realizaron estudios sanitarios y económicos, tratando de evaluar el impacto que causaría la construcción de los grandes colectores y la red de drenajes, evaluando las metas en el sector salud correspondiente al lapso de tiempo comprendido entre el año de 1970 y el año 2000.
Uno de los grandes objetivos era disminuir las tasas de mortalidad del 9 al 5 por ciento; la disminución debería hacerse a expensas de las enfermedades infecto-contagiosas, y dentro de éstas, las provocadas por contaminación hídrica.
El texto periodístico menciona que en un período de 30 años se podría evitar 87 mil 436 muertes por este tipo de enfermedades. Si se calculaba los gastos económicos que se realizaban al atender a enfermos hospitalizados, el ahorro que se pensaba para la cartera de Salud y, por consiguiente, al Estado era de Q22 millones 884 mil, además de los ahorros en servicios de consulta externa de Q15 millones 758 mil, en medicinas y en días laborales que se debían de pagar de Q4 millones 462 mil.
Entre los beneficios económicos que se pensaba obtener en la implementación del plan de saneamiento era enhabría un ahorro para el Estado de Guatemala de más de Q75 millones 941 mil, con una inversión de Q13 millones proporcionada por el Banco Interamericano de Desarrollo --BID-. -.
LA PARTE TÉCNICA
LA PARTE TÉCNICA
La construcción de los grandes colectores y de la red de drenajes formaba parte de un intenso y vigoroso programa integral y futurista emprendido por la administración del gobierno municipal de 1974 a 1978.
Los trabajos se iniciaron con la construcción del colector gigante del sector Poniente, que captarían las descargas de aguas negras y pluviales. Las aguas iban a ser conducidas a un lugar en donde recibirían el adecuado tratamiento.
El gran colector del Poniente iniciaría en el Cementerio General, continuando por la Avenida del Cementerio hacia el norte, alcanzando la Avenida Elena en la 12 calle de la zona 3; siguiendo hasta llegar al Anillo Periférico y concluyendo al final de la 6 calle de la zona 6.
El gran colector del Poniente iniciaría en el Cementerio General, continuando por la Avenida del Cementerio hacia el norte, alcanzando la Avenida Elena en la 12 calle de la zona 3; siguiendo hasta llegar al Anillo Periférico y concluyendo al final de la 6 calle de la zona 6.
A lo largo del recorrido, el gran colector Captaría los drenajes existentes con el objetivo de que los mismos no llegaran a contaminar los barrancos.
Con los planes de drenajes de la cuenca norte, que incluía los colectores gigantes del poniente y del oriente, de la cuenca sur --área de Villa Lobos y Villa Nueva actualmente-- se asentaban las bases para la construcción de plantas de tratamiento.
Según lo planificado, todas esas aguas, al seguir en el tubo, formaban el Colector del Norte que seguían hacia un sistema que los llevaba a la Planta de Tratamiento que se hubiese ubicado en el municipio de Chinautla en una aldea llamada San Antonio de las Flores.
En el sur de la ciudad se planeaba lo mismo; a la altura del kilómetro 30 de la Carretera al Pacífico se instalaría la planta de tratamiento, con el objetivo de rescatar al lago de Amatitlán.
Según el EDOM, El Plan De Saneamiento De La Ciudad Era Un Proyecto De Propósito Múltiple Ya Que Primero Permitía Sanear Los Drenajes Sanitarios Para No Contaminar El Lago Y Los Ríos, Generar Energía Eléctrica Con La Fuerza De Las Aguas Negras Y Utilizar Al Lago De Amatitlán Como Un Reservorio De Agua Potable.
Todo El Proyecto En Su Conjunto, Que Especificaba La Creación De Dispensarios Municipales En Cada Zona, Atendidos Por Médicos Locales Para Personas De Escasos Recursos Que Empezaban A Vivir En Los Asentamientos Y De Reforestación En Los Barrancos, No Se Concluyó. Lo Único Que Se Logró Ejecutar Fue La Construcción Superficial Del Lado Norte De Los Colectores.
LOS EFECTOS
LOS EFECTOS
Actualmente, existe un serio problema de salud para quienes habitan entorno alrededor de los ríos que se contaminaron ante la falta de la implementación del plan de saneamiento; la actividad industrial y agrícola, así como el crecimiento poblacional en la metrópoli, son las principales amenazas para la conservación de los recursos naturales y el bienestar de la población.
El lago de Amatitlán es contaminado por 22 desagües de fábricas; las aguas negras tienen una serie de elementos como arsénico, plomo, cobre y hierro lo cual aumenta el riesgo de contaminación por metales pesados a los vecinos del área. En la cuenca se desecha el 25 por ciento de los residuos de las industrias nacionales que se encuentran entre las zonas 11 y 12 de la capital y en Villa Nueva.
Según el Código Municipal, las industrias, empresas y condominios residenciales están obligados a tener su propia fosa séptica y planta de tratamiento de aguas servidas. Pero muy pocos cumplen con la ley, afectando a las personas que viven en los más de 150 asentamientos que hay en el área metropolitana y 200 en los alrededores de la ciudad, según la Fundación para la Juventud.
El lago de Amatitlán es contaminado por 22 desagües de fábricas; las aguas negras tienen una serie de elementos como arsénico, plomo, cobre y hierro lo cual aumenta el riesgo de contaminación por metales pesados a los vecinos del área. En la cuenca se desecha el 25 por ciento de los residuos de las industrias nacionales que se encuentran entre las zonas 11 y 12 de la capital y en Villa Nueva.
Según el Código Municipal, las industrias, empresas y condominios residenciales están obligados a tener su propia fosa séptica y planta de tratamiento de aguas servidas. Pero muy pocos cumplen con la ley, afectando a las personas que viven en los más de 150 asentamientos que hay en el área metropolitana y 200 en los alrededores de la ciudad, según la Fundación para la Juventud.
La población guatemalteca se ve afectada no sólo por la contaminación hídrica, ya que existe también la contaminación atmosférica que consiste, en tiempo de verano, en la evaporación de las aguas servidas que están formadas por sales y toxinas que al caer con la lluvia vuelve a contaminar.
Lo que opinan expertos es que hubo una única oportunidad para rescatar el plan de saneamiento y ésta fue cuando Óscar Berger asumió la dirección de la Alcaldía, ya que habían otras cuatro municipalidades en el departamento de Guatemala que pertenecían a la misma agrupación política, el Partido de Avanzada Nacional -PAN-, por lo que existía la posibilidad de unificar esfuerzos entre los municipios de Amatitlán, Villa Nueva y Mixco e iniciar y principiar la construcción del sistema de colectores en el sector sur.
TASA DE ALCANTARILLADO
La tasa de alcantarillado fue un compromiso contraído con el BID, e instituida algunos años después de estar funcionando el sistema que contemplaba el plan de saneamiento.
Pero resulta que después de las reformas al Código Municipal, se instituyó que esta tasa sería utilizada para un fondo común "la tasa de alcantarillado es un arbitrio y se le cobra diferente cantidad a cada ciudadano, la suma de todas las casas que pagan esta tasa a agosto del año 2010 ha arrojado un saldo positivo de Q16 millones, por ley la tasa de alcantarillado no está sujeta a que vuelva a ser reinvertida en el propio alcantarillado, de ahí es que nosotros como ciudadanos nos preguntamos ¿qué Qué se ha estado financiando con esos 16 millones?" menciona Aura García del Colectivo de Colectivos.
El reportaje publicado en La Nación finaliza con un visible optimismo "la construcción de los grandes colectores significa un trabajo de gran proyección social y de grandes beneficios (...) el saneamiento de la ciudad es un gran ejemplo, y la historia de la ciudad lo juzgará a su tiempo".
"No se dan cuenta que están sepultando a sus propias generaciones en un grave problema" resalta Karla Maldonado del Colectivo de Colectivos, al demostrar su preocupación por la falta de ejecución de un proyecto que estaba contemplado desde hace 40 años, precisamente, para darle a las generaciones de ahora una Ciudad habitable.
Se solicitó una reacción de Empagua ante la situación de las aguas residuales de la Ciudad, pero no se recibió respuesta a las llamadas y correos electrónicos. Tampoco, no se logró comunicación con María José Salas, vocera de la Municipalidad de Guatemala.
"Las autoridades, económicamente lo tienen todo, tienen el dinero de los impuestos y lo que les hace falta es el compromiso moral de tener una ciudad donde podamos vivir, pero también es tarea de la población, no podemos esperar que las autoridades respondan si nosotros no hacemos uso de nuestro derecho de exigir una ciudad digna", puntualizó Maldonado.
Que buen articulo articulo, muchas gracias por publicarlo!!!
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