En Guatemala El Término Político Es Sinonimia De Ladrón.
¿Y La Clase Política?
Por: Harold Caballeros
Leímos Para Uste:. La Ceiba.
De las elites de un país, resalta la clase política como una de las más importantes, por su acceso a la formación del Gobierno y por ende, al diseño e implementación de las políticas públicas, de cuyo resultado depende el bienestar de la población y por consiguiente, la aceptación o rechazo del partido político a su cargo.
En los países que gozan del bipartidismo y la posibilidad de reelección, esas dos condiciones funcionan como los más fuertes incentivos para hacer bien las cosas. Por el contrario, en países como el nuestro, cualquiera puede formar un partido político nuevo. No existen alicientes para valorar la institucionalidad de los partidos políticos. No hay razón para fortalecerlos y tratar de hacer carrera; y así, perdemos las oportunidades.
Pero el vicio más decadente no es la proliferación de los partidos políticos, sino los efectos de un sistema débil, como el transfuguismo y el mercantilismo en el que se encuentra sumida hoy la clase política guatemalteca, donde lo único que importa es enriquecerse a costa del Estado. La corrupción, el peor de los males de la sociedad actual, ha llegado a niveles impensados. Los alcaldes endeudan a sus Municipalidades con obras millonarias, que realizan sus propias empresas. El Congreso de la República, otrora una institución honorable, se ha convertido en una agencia ejecutora de obras, donde la mayoría de los diputados tiene sus propias ONG y empresas constructoras, que pelean por obtener los contratos más jugosos. Mire usted cómo en la última media hora de la aprobación del presupuesto nacional, apareció la asignación de Q590 millones destinados a obras para sendas ONG. Hoy el Congreso transparenta los gastos en viajes y almuerzos, pues esos gastos son solo migajas, comparados con los negocios de cientos de millones de quetzales.
En muy contadas excepciones, la justicia ha perseguido a ex ministros o ex funcionarios; y a pesar de los juicios y las condenas, nunca hemos visto que se devuelva el dinero robado. Es Por Ello Que Hoy, La Mayoría De Los Guatemaltecos Suele Usar La Palabra Político Y Ladrón Como Sinónimos. Atrás quedó el concepto del servidor público, una persona cuyo fin exclusivo es servir a Guatemala y a los guatemaltecos. ¿Existe una esperanza de cambio? ¡Sí! , sí y solo sí los guatemaltecos de bien decidimos unirnos para rescatar a nuestro país, y darle a Guatemala una oportunidad.
Fuente: http://www.elperiodico.com.gt/es/20110208/opinion/190428/
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