domingo, 21 de marzo de 2010

LOS AGENTES ECONÓMICOS, SOCIALES Y EL DESARROLLO LOCAL

Leímos Para Usted.
Renato Lechuga García

Mario Fuentes Ruiz



Al comienzo del siglo XXI, ya pocos teóricos del desarrollo se plantean la idoneidad o no de las políticas de desarrollo endógeno local. Digamos que desde que los Servicios Técnicos de la OCDE allá por los años setenta, empezaron a formularse el Modelo ya ha llovido lo suyo. Se ha experimentado con un conjunto de prácticas que han ido dando sus frutos en distintos territorios que han apostado por ello. Lo que sí es cierto es que no todas las experiencias han sido las más adecuadas, ni han dado los mismos resultados. La todavía juventud del Modelo ha provocado que en ocasiones no se haya logrado su fin último que no es más que lograr una mejora en la calidad de vida de la comunidad local. Analizando estas experiencias se observa que en la mayoría de los casos se han cometido los mismos errores: falta de planificación, desajustes de los programas con la realidad del territorio y sobre todo, escasa implicación de la sociedad local en los programas de desarrollo.
Ya en 1990 la ONU en su "Informe Anual sobre Desarrollo Humano" especificó a la hora de definir "pobreza" como una situación del ser humano que además de no poseer recursos económicos necesarios para su subsistencia, escasea de otro tipo de recursos, entre los que se encuentra "la posibilidad de participar y decidir sobre los asuntos de su comunidad". Aunque sí es cierto que en casi todos los países desarrollados la democracia es una realidad, también hay que señalar que la misma no puede ceñirse a la elección de los representantes políticos cada cuatro años. El siglo XVIII fue el de la lucha por los derechos políticos, el XIX por los derechos laborales, el XX de los derechos sociales y el XXI será el de la democracia participativa, y eso quiere decir que hay que fomentar la participación de la sociedad civil en el planteamiento y en la gestión de todas las acciones que desde la Administración se lleve a cabo. Partiendo de esos principios la forma más adecuada para instrumentalizar esa participación es a través de los agentes económicos y sociales, ya que los mismos se constituyen como la vertebración de la sociedad civil, agrupando a los ciudadanos y ciudadanas con intereses y demandas comunes.
El Modelo de Desarrollo Local, que tiene su razón de ser en la proximidad al ciudadano, no puede sin duda alguna olvidar a estos agentes económicos y sociales. Puesto que, si no, simplemente se estaría copiando en el ámbito de lo local, los antiguos modelos de desarrollo de corte centralista que simplemente estaban diseñados por tecnócratas de la Administración Central, sin contar con las particularidades de los territorios, ni la opinión de los protagonistas a los que iban dirigidas sus políticas.
Desde ese punto de vista, el papel de los agentes económicos y sociales en el Modelo de Desarrollo Local se puede concretar en los siguientes aspectos:
1. Participación en el diagnóstico del territorio. Siguiendo un modelo de planificación económica, los programas de desarrollo local, deben de partir de una realidad territorial, unos problemas, unos estrangulamientos y unas potencialidades concretas. Detrás de las estadísticas y los trabajos de campo, se encuentran los agentes económicos y sociales como verdaderos conocedores de la realidad social de la comunidad, aunque siempre desde el punto de vista de sus intereses, aspecto que incluso puede enriquecer el diagnóstico del territorio.
2. Participación en la Planificación. Ya en la Constitución Española, en su artículo 131.2. se expone que "El Gobierno elaborará los proyectos de Planificación.... con el asesoramiento y colaboración de los sindicatos y otras organizaciones profesionales, empresariales y económicas." Sin nos centramos en el ámbito local, los agentes económicos y sociales deben participar en lo que quieren y desean para el futuro de su territorio. Para ello es necesario crear órganos de participación en los grandes programas referidos a la planificación de las ciudades, comarcas y provincias: Planes Generales de Ordenación Urbana, Planes Estratégicos, Planes de Empleo y todo lo referente a Programas de Desarrollo y Bienestar Social.
3. Participación en la Gestión. Una vez que se ha contado con los agentes económicos y sociales en el diagnóstico y en la planificación de los programas de desarrollo local, por principio de coherencia hay que realizar lo más difícil que es contar con ellos en la gestión. Uno de los errores a mi entender que se han cometido en los programas de desarrollo, sobre todo en lo referente a programas e iniciativas comunitarias ha sido la gestión descoordinada de acciones encaminada a los mismos objetivos. En muchas ocasiones han existido oficinas de información y asesoramiento a desempleados y emprendedores en un mismo territorio, donde se informa de lo mismo sin existir no sólo ningún tipo de coordinación, sino que ni siquiera existe un conocimiento por parte de los profesionales del desarrollo local sobre la existencia de otros estamentos y recursos. Por todo ello quiero señalar que la gestión en las políticas de desarrollo deben hacerse desde un planteamiento integral donde participen tanto las Administraciones Públicas, como los agentes económicos y sociales. En este sentido quiero señalar como experiencia significativa el éxito de los Grupos de Acción Local, dentro de los Poder
4. La consulta y el asesoramiento. Una forma de hacer efectiva la democracia activa es solicitando la opinión de los agentes económicos y sociales sobre las diferentes medidas socioeconómicas que se vayan a llevar a cabo desde los Gobiernos Locales. En ese sentido los Consejos Económicos y Sociales, como órganos consultivos pueden y deben cumplir un papel protagonista.
5. La concertación social. Uno de los efectos de la globalización económica ha sido la concentración del capital en grandes organizaciones empresariales. Este hecho también ha provocado la concentración de la representación sindical en grandes organizaciones fuera de lo local, que no han sido sensibles a la problemática y a las sensibilidades laborales del territorio concreto. La OIT en su Informe Sectorial del 2000 pone énfasis en este hecho, y apoya la concertación social desde lo local. Por otra parte también los pactos sociales tripartitos entre Administración, sindicatos y patronal se alejan de lo local, poniendo el acento sobre cuestiones generales. Por lo que es necesario aunar en esa concertación social en el ámbito local.
6. La vertebración del voluntariado social. Uno de los agentes económicos y sociales que están apostando fuerte en los últimos años por el desarrollo local son las organizaciones no gubernamentales. Las mismas conocen de lleno y están más cercanos a diversos colectivos con dificultades de inserción laboral, desde la comunidad local en general y desde la Administración Pública en particular hay que apoyar este tipo de iniciativas sociales y laborales que llevan a cabo estas organizaciones. Además las ONG también están desempeñando un papel importante en el desarrollo de microproyectos locales en el terreno de la cooperación internacional.

  Para finalizar quisiera señalar que aparte de todos los puntos señalados, el papel más importante que desempeñan a mi entender los agentes económicos y sociales en el modelo es el de ser vehículos de trasmisión a los ciudadanos. De transmisión de ilusiones, de transmisión de responsabilidad en la gestión, puesto que el modelo no es paternalista, sino participativo, y sobre todo y muy importante para los políticos de transmisión de resultados de estrategias que siempre son a largo plazo y con output difíciles de vender políticamente.
Por todo ello, los responsables políticos y técnicos del desarrollo local no deben de temer a los agentes económicos y sociales, puesto que no restan autonomía, o comodidad; si no que suman esfuerzos y sobre todo democratizan la gestión de las políticas.

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